Camisa del XVIII y coteta

Tengo la camisa casi terminada. Hoy, si todo va bien, sacaré/copiaré los patrones de la «coteta» (cotilla en valenciano, o corsé).

Llevo desde el domingo sin hacer una sola pasada de punto. Entre eso y estar fuera de casa a las 6 y poco de la madrugada mi necesidad de café ha crecido de forma exponencial.

He vuelto a las andadas con lo de la tienda. Para los no regulares de twitter la cerré en diciembre y Etsy no ayuda. En mi opinión es al contrario, casi parece que odien a sus vendedores. Su últ8ma ideaza es «gastos de envío gratis», pero sólo a Estados Unidos y del resto del mundo pasando.

Patrones históricos y el lenguaje del siglo XIX (2° parte)

En la entrada anterior conté el proceso de tejer un patrón histórico, desde que lo encontré en una revista de época hasta tenerlo terminado y pasé muy de puntillas por la parte de confección propiamente dicha. Aquí me centraré mucho más en el patrón y los problemas que me dio. Voy a dejar para otro día el tema de a quién estaba dirigida dicha revista y el contexto de la época.

La revista en cuestión es «La moda elegante, el periódico de las familias» publicado en Cádiz con fecha el 10 de enero de 1864. La versión digitalizada trae varios patrones de capelinas, chalecos, un fichú, etc y me hace el efecto que se han perdido páginas (los caminos de internet son inescrutables). Escogí el primero de todos, una capelina usada de tocado con pelo de cisne y flecos (¡Flecos! El horror…)

En la primera y segunda lectura mi impresión fue «pero qué m…es ésta…». A la tercera, que ya le iba pillando el truco al vocabulario y pensando con tejedora, quería tirarme de los pelos y me explico: el patrón dice que se hacen o debe quedar como tres triángulos y se empieza a tejer por el lado más largo acabando luego en punta. Esto se contradice con todo lo que he aprendido en los últimos ¿15 años ya? que viene a ser que siempre que tengas una labor en las agujas es preferible que la parte más ancha o grande ESTÉ en las agujas y no colgando porque la lana pesa (obvio) y puede deformar el trabajo. Es decir empezar por la punta y terminar en la parte grande, justo al contrario que en el caso que nos ocupa. Pero en fin, reseteamos cerebro y seguimos…

Lo primero es el título, «Capelina a punto de aguja con guarnición de cisne». Para empezar, Capelina. Toda la vida capelina para mí ha sido una capa corta y aunque la forma sí tiene trazas de una no deja de resultarme curioso y hacerme pensar si no es una no totalmente correcta traducción de » capelet», expresión que he visto en las mismas revistas tanto en inglés como castellano y que a veces se sustituye por «hood», que sería mas bien » capucha» pero para las damas mega pijas de la época tal vez no sonaba igual de bien. Luego «punto de aguja». A ver, que desde mi siglo XXI leo punto de aguja e interpreto encaje Richelieu o bolillos. Ahora ya sé que en el XIX se referían al punto a dos agujas pero vaya… Guarnición de cisne. ¿Quién no tiene unos cisnes por ahí para trincar las plumas y hacerse un tocado?

Materiales: 28 gramos de lana céfiro de dos hilos blanca; 1 metro y 14 centímetros de fleco la misma lana gris, que tenga 7 centímetros de ancho[…]1 metro y 4 centímetros de tira de cisne; dos borlas de lana.- Agujas de madera del n. 4

Cefiro: Especie de muselina clara y fina, generalmente fabricada con algodón, jumel y ligamento tafetán. Tintada en colores claros o algunas veces listado. Se usa para blusas, camisas, etc. (diccionario textil de Ribes y Casals)

Dejando aparte lo de la céfiro que en mi vida había oído hablar de ella y la tira de cisne… ¿las agujas de 4 según qué sistema de medida? Porque milímetros no me parece que sea… es otra de las cosas a mirar ya que no especifica la tensión necesaria no sabemos cuántos puntos son precisos por cada 10cm…

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Tengo atravesado el trozo sobre buscar agujas más finas si la labor queda demasiado floja precisamente por la razón mencionada arriba. Empezar con 139 puntos y tejer siempre del derecho no tiene misterio, hasta aquí vamos bien. En el primer punto se hacen dos (crecido) y digo yo ¿Qué tipo de crecido? porque puedo pensar en al menos 4 así sin complicarme mucho la vida y si fuera una vaga (o lazada o punto de calado) el patrón lo diría al ser el más sencillo, supongo…lo mismo con la disminución del medio cuando se toman tres puntos juntos. No dice CÓMO, leñe ya. Lo mismo cuando al tener ya las dos piezas iguales no dice por dónde hay que unirlas, que me costó dos intentos y no era muy difícil, pero vaya, estos patrones dan por supuestos un montón de conocimientos. Para colocar los flecos es peor, te deja el dibujo y tú ya te apañas dándole la forma aproximada.

De todo esto lo que realmente me fascina es la alegría con la que se dan las medidas. Son tantos puntos y tantos centímetros de fleco y x gramos de lana. ¿Y si mi cabeza es más pequeña o más grande? ¿Y si tejo tan apretado que la labor queda pequeña? Supongo que en la época, con un público muy habituado a tejer, coser y demás labores resultaría fácil modificarlo pero ni siquiera da la opción. Eso es lo que me deja perpleja.

Y no voy a hablar aquí de la novela por entregas o los artículos sobre el valor de la mujer o su dedicación al hogar y al marido.

Nop. Tengo que asegurarme antes de que wordpress es ignífugo.

Patrones históricos y el lenguaje del siglo XIX

Que a veces debería estarme quieta no es ninguna novedad pero me perdería momentos de excitación…seguidos de horas en plan pifia de cordura. Este caso es uno de esos.

Todo empezó como suelen empezar estas cosas, con un «podría probar a ver…». Y eso hice. Una búsqueda rápida en Pinterest me llevó a la web de una universidad en Reino Unido y en media hora tenía una veintena de libros sobre tejido con patrones del siglo XIX descargados. Pero por supuesto estaban en inglés y yo, más chula que nadie, me dije «Jo, TIENE que haberlos en castellano» y ahí que me fui a la web de la Biblioteca Nacional. Como no podía ser menos resultó un completo fracaso debido a que en el siglo XIX y anteriores no se usaban las mismas expresiones que ahora y hasta que encontré la correcta pasó un ratillo largo.

El castellano, idioma complejo en sus formas verbales, en ocasiones se columpia…Usamos el verbo «tejer» tanto para usar un telar como para hacer punto con dos agujas. Y sabiendo ésto en las búsquedas usaba las dos palabras hasta que encontré un descripción de la ropa de Felipe II y sus medias no eran «de punto» sino «de aguja» y descubrí todo un mundo nuevo.

La web de la BNE me permitió descargar una revista para señoritas publicada desde 1861. En el 64 publicaron el patrón que nos ocupa y dejadme decir que hay que adivinar la mitad, porque dice lo que hay qué hacer y cuándo pero no el cómo, a gusto del consumidor, supongo.

Elegí una capelina usada como tocado en la segunda mitad del siglo XIX y decidí hacer una prueba con hilo…no demasiado malo de algodón que tenía por casa y agujas más o menos adecuadas porque ni idea del sistema de medidas que usaban entonces. E hice fotos. Ha quedado bien si tenemos en cuenta la parte de tener que adivinar un montón de cosas y que no lleva pasamanería ni adornos y me parece un poco pequeña, pero la forma es correcta y puedo reproducirla otra vez. Y por supuesto hice fotos del proceso. ¿Qué sería una entrada de blog sin ellas?

Desaparecida en combate, trabajos de punto de aguja y patrones del XIX

Definitivamente 2018 no fue mi año. Se juntaron varias cosas, casi todas familiares, que me dejaron con problemas de insomnio y ansiedad, con el blog totalmente parado y mi tienda online cerrada. Dicho esto y viendo que empiezo a recuperar fuelle a finales de mayo nada menos he hecho propósito de enmienda y aquí estoy, publicando. La bronca que me he llevado por parte de El Joven ha ayudado, para qué voy a negarlo.

En el último año y medio apenas he cosido nada, hice un par de enaguas de prueba cuyas fotos subí a instagram y nada más.

    Total, que mayormente he estado tejiendo. Terminé mi cuarto suéter y descubrí que las mangas no son lo mío puesto que me he equivocado en el largo en TODOS. A la porra.

Por navidad tejí ya ni me acuerdo cuántos gorros y terminé el jersey verde y por fin me puse a hacer cuellos de abrigo (cowl en inglés) y de esos tengo…¿seis? No sé, un montón.

Me faltan fotos. Ahora estoy tejiendo una puntilla con un patrón de 1884 sacada de un libro en inglés. Los patrones del XIX son el mal y aún no me he puesto a comentar los patrones en español. El horror. Pero de eso hablaremos otro día. El siglo XIX español is dark and full of terrors.

Enaguas Belle Epoqué o eduardianas 

Ahora que los Idus de marzo llegaron y pasaron sin puñaladas como acostumbran…es broooooma. Susceptible que está la gente…

El mes pasado comentaba en la entrada anterior que pensaba hacerme unas enaguas con las sábanas que mi hermano se dejó aquí cuando se mudó a Finlandia. Hey, han pasado mas de seis años, a los dos ya me puedo quedar lo que quiera. Miradlo en google, se llama «usucapión».

Así que escogí una sábana verde con rayas rojas envejecidas. No me gustan las rayas, pero son muy útiles y ahorran tener que medir. Las hice talla 42 con dos paneles rectangulares de cintura a cadera baja, otros dos paneles a continuación del ancho de la sábana con un pequeño rizo y la última  pieza fueron 4 tiras de 10cm de alto y todo el ancho de la sábana. 

Ahora las siguientes van a ser muy parecidas pero en algodón blanco y con encaje de bolillos. Si estoy satisfecha con el resultado las pondré a la venta en mi tienda de Etsy.

Y eso es todo por hoy. ¡Pasad un buen fin de semana!

Año nuevo, marrones nuevos

Bienvenidos al Baúl en el Desván, maravilloso lugar dónde aún no he terminado algo y ya estoy con al menos cuatro proyectos más.

Mi último proyecto del 2017 fue un jersey en lana Malabrigo color Archangel. El cuerpo fue relativamente sencillo, las mangas me están dando problemas.

Para apartar mi mente del jersey y despejarme empecé y he terminado por fin un chal para el que mezclé dos patrones diferentes, Dragontail y Arabella. Otra vez con lana Malabrigo en color Red algo. Una primera versión de este chal la realicé con la lana Merino de Drops que tenía por casa en dos tonos de azul y blanco. Queda totalmente diferente, luego pondré fotos.

El siguiente proyecto del que voy a hablESCRIBIR  requiere una pequeña explicación. Hace…¿dos años? fui a una recreación de fin de semana napoleónico a la Toscana. El caso es que viendo los mantos de las asistentes y con cuadros de Josefina en la mente, yo miraba a la vuelta mi alpaca Drops en color Petrol con ojitos golosos y pensé ¿Por qué no? Y me puse a tejer con agujas de 2.5mm un manto. No es muy ancho y está tejido en punto bobo (siempre del derecho) pero al ser oscuro y tan apretado me dedico a él entre proyectos para no cogerle manía. Alguna gente de recreación me ha dicho que ellos no tienen constancia de que existieran mantos tejidos a dos agujas, pero como muchas labores grandes se deshacían al agujerearse para reutilizar la lana en cosas más pequeñas es posible que existieran en las clases  por debajo de, digamos, la Emperatriz de Francia.

Otro proyecto inmediato es hacer enaguas. Tengo tres sábanas en una bolsa que quiero usar para ello y un rollo enorme de puntilla de encaje. Sobre éstos contaré más en próximos post. Por hoy ya es bastante. Y como soy así de lista y despistada tengo todas mis fotos en cualquier otra parte excepto en esta tablet desde la que escribo. Alabada sea la función de Editar.

Hojas tejidas

Me ha llevado meses pero ya estoy a punto de terminar de tejer mi nuevo chal. Es preciossssisimo y enorme, tejido con agujas de 4mm y lana Malabrigo «Diana». Y como soy un culo de mal asiento para ciertas cosas ayer empecé algo nuevo. 

Me ha estado rondando la cabeza unos meses la idea de tejer puntillas de encaje para un vestido de recreación, aunque sólo fuese por probar. Y he estado coleccionando patrones y seleccionando uno fácil de entender y que no se salte pasos dándolos por sabido y que fuera resultón. Y acabé con uno de hojitas inclinadas hacia un lado.

Ayer probé primero con algodón mercerizado y agujas de 2.5mm.

No veía el dibujo por ningún lado así que pasé a una lanilla acrílica blanca un poquito más gorda.


Mucho mejor pero seguía sin ser exactamente lo que buscaba así que saqué lana merino color hueso. Ésta pedía agujas de 4 ó 5 mm pero el merino funciona mejor con la tensión apretada y puse las de 3mm y éste es el resultado:

Me encanta cómo queda y es bastante rápido de tejer, un patrón bastante simple de 8 vueltas. 

Seguiremos informando.

Belle Époque, terminado por los pelos

Terminé el vestido dos dias antes. Sip, justito, justito. Y no miréis demasiado de cerca el sombrero…

 

Tuve un «pequeño» retraso  porque no me veía la espalda y cómo estaba quedando. Por supuesto subí la falda más de un lado que de otro. Y vuelta a empezar. Pero al final salió casi todo bien, excepto que me olvidé los guantes en casa, claro, algo tenía que pasar.

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No hay nada como un traje de época, sombrero y sombrilla para sentirse como una superestrella por un día XPPPPP